“Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad
que soportar el peso de la tiranía”
Simón Bolívar
Lo que debió ser un acto democrático y republicano, la elección en Venezuela de sus autoridades constitucionales, se convirtió desde el domingo 28 de julio en una nueva y vergonzosa pesadilla dictatorial protagonizada por el presidente Nicolás Maduro, quien pretende erigirse en ganador, cuando desde todos los ámbitos independientes se señala que el proceso de escrutinio presenta notorias falencias que demuestran la falta de veracidad de los resultados anunciados por el gobierno.
A la proscripción de sus opositores y la deportación de observadores internacionales -entre otros, la profesora argentina María Eugenia Talerico y de varios exmandatarios y dirigentes europeos y latinoamericanos- se sumaron los pedidos de captura de sus opositores, entre ellos del candidato presidencial Edmundo González, de la líder de la oposición, María Corina Machado.
La expulsión del cuerpo diplomático de varios países latinoamericanos, sumado al asedio a la Embajada Argentina en Caracas, que priva de garantías a los venezolanos que allí se encuentran refugiados, en clara violación del derecho internacional, son muestra cabal de las intenciones de quienes detentan hoy el poder en Venezuela, que no son otras que aplastar la voluntad popular expresada en las urnas para mantenerse en el poder a cualquier costo, recurriendo a la represión de quienes pacíficamente piden transparencia, en claro preanuncio del “baño de sangre” con que amenazó el dictador.
Este accionar, que cuenta con el apoyo de Rusia, Irán, Nicaragua y Bolivia, no solo constituye una clara violación de derechos humanos, sino que además resulta una clara violación a los principios de la Carta Democrática Interamericana.
La geopolítica del continente se ve claramente amenazada: Venezuela es hoy cabeza de playa de Hamas y Hezbollah. No luchar contra este despotismo feroz pone en riesgo la paz y el estado de derecho en nuestro continente. El mundo libre pareciera fatigado y temeroso de enfrentar este flagelo terrorista, como podemos ver en la invasión rusa a Ucrania y en el feroz ataque de Hezbollah en Israel del 7 de octubre pasado.
Profesores Republicanos alza su voz contra cualquier forma de maniobra que, desde el poder, atente contra la legitimidad de las elecciones venezolanas.
Profesores Republicanos reclama, frente a las numerosas sospechas de fraude confirmadas con información de fuentes independientes no gubernamentales, que se practique una revisión internacional, a cargo de veedores responsables e independientes con pleno acceso a la totalidad de la información sin restricciones de ninguna naturaleza.
Profesores Republicanos apela al concierto de los países democráticos -y, en especial, a aquellos con alta gravitación regional- para que reafirmen su apoyo a la lucha de la sociedad venezolana por sus derechos y se pronuncien a favor de la sanción y persecución de aquellos que intentan menoscabar los valores de la vida, la justicia y la convivencia en libertad. No caben más dilaciones ni interferencia.
Soltarle la mano a Venezuela es poner en riesgo la estabilidad democrática del continente y del planeta.
Buenos Aires, 01 de agosto de 2024
Prof. Alfredo M. Vítolo Secretario |
Prof. Guillermo J.H. Mizraji Presidente |